lunes, 4 de noviembre de 2013

Lunes, otra vez vuelve a ser Lunes.

Einmal ist keinmal

8:30 Cargamos la bateria para comenzar la semana, eso se llama running, correr en nuestro idioma, en mi lenguaje, agua, vida, movimiento o como diría Pascal “Nuestra naturaleza  estriba en el movimiento , la calma  absoluta significa la muerte”.
La mañana esta aún nublada harán unos 9º y un helor que te congela las orejas, yo ya llevo el equipo de principios de invierno, demasiado friolera pero que se le va a hacer… zapatillas y a correr. En este blog además de mis propias reflexiones y escritos que iré publicando, lecturas recomendadas, y carreras a las que voy y demás chorradas de mi ego, esta entrada la quiero dedicar a esta cita del libro que he estado repasando este fin de semana y sobre el que he estado pensando mientras recorría las calles de mi ciudad, mientras se ponía en marcha como cada lunes la banalidad, el vértigo de lo cotidiano que mi me asusta tanto. Aquí os dejo la cita y el título del libro para que por qué no lo leáis y lo disfrutéis!



“El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive solo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores. No existe posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero, ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma?. Por eso la vida parece un boceto. Pero ni un boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro…”

La insoportable levedad del ser, Milan Kundera

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