9:00 a.m Buena carrera de 8 km con un tiempo de 42 min. para
despejarnos y recordar cómo empezó mi pasión por el runnning.
Por cada corredor que
recorre el mundo participando en maratones, hay miles que corren por el gusto
de escuchar las hojas y la lluvia y que esperan que llegue el día en que les
resulte todo tan fácil como a un pájaro volar. Para ellos el deporte no es una prueba,
sino una terapia; no es un desafío, sino una recompensa; no una pregunta, sino
una respuesta.
George Sheehan
Hace cuatro años vivía sumergida en una cueva,
dedicándome a un vacío interior día y noche sin pausa, sin comprensión alguna,
estaba muerta en vida, obsesionada con diferentes temas que perturbaban mi
persona y desvalijaban mi identidad lentamente hasta engullir todo aquello que
me convertía en la persona que era hasta llegar a quedarme en la nada más absoluta, perdida en
el abismo existencial de mis días sin sentido.
Cuando te quedas en blanco, intentas a veces
escribir un nuevo guión para tu vida, ¿quién eres? ¿qué quieres? como cuando
empieza el año, los nuevos propósitos, intentas ponerte en forma, una silueta
deseada, una mente dura y resolutiva, superarte a ti mismo, afrontar retos y
huir o escapar del agujero, ser fuerte, en definitiva, exigirte. Algo que me
hiciera de hierro y me diese ligereza al mismo tiempo.
Yo elegí correr.
Desde entonces corro, corro las avenidas, las
calles, los parques, los puentes, voy corriendo cargada de dudas ocultas, de
sentimientos que tengo enraizados en mis entrañas y que en cada carrera
descubro en las profundidades de mi pensamiento pétreo.
A veces corriendo tengo miedo, siento angustia, no
se que voy a descubrir, corriendo me curo y también sufro, me duele el cuerpo.
Cuando te centras en tu interior, te autoevaluas, te psicoanalizas, te haces
psicólogo de ti mismo, te interrogas, te descargas, te concentras . Trabajas
esos nudos emocionales que están tensados, esos músculos que están engarrotados
y encuentras poco a poco esa calma que has salido a buscar.
Correr a veces, casi siempre resulta duro, es un
esfuerzo, disciplina y constancia, un sufrimiento con diferentes niveles que cada uno esta
dispuesto a soportar y a exigirse, y que al mismo tiempo te recompensa con ese
mismo nivel de satisfacción, esa es la clave.
Uno sale con todo el peso del mundo sobre sus
hombros, cargado de negatividad y pesimismo, desconsolado y al cabo de unos
instantes , se va encontrando con un yo liberado, más relajado, con menos
angustia, concentrado en los puntos de dolor, esos nudos en los que ahora ya
sabe que tendrá que trabajar para poder desontracturarlos a modo de fisioterapeuta
y psicólogo, hasta encontrar alivio y sosiego.
Se dice que los keniatas son los mejores corredores
del mundo, los más resistentes los más veloces, además de una gran fisionomía
existe factores psicológicos que los haces mejores corredores. Y es principalmente
por el sufrimiento y la culpabilidad que desde pequeños han sufrido por si
llegaban tarde a la escuela, por la circuncisión y ablación del clítoris, por
su calidad de vida y circunstancias de vida tan precarias. Saben que para huir
de esa vida la única salida es ponerse en la meta de un campeonato a nivel
mundial y por ello deben convertirse en los mejores corredores del mundo.
A día de hoy, sigo en mi cueva, pero huyo de ella y
salgo a correr las calles, salgo a curarme, a hacer terapia y me ayuda, hace casi cuatro años hice mi
primera carrera, la I Carrera Proniño de 5 km quedando 2ª Senior Femenino con
un tiempo de 23 min cosa que me animó muchísimo y al ver que se me daba bien ya
me aficioné y me metí 100% en el mundo del running.
Puede que no eligiese lo más acertado pero ahora
necesito correr para sentir la vida fluir en mi cuerpo que a veces siento que
se paraliza y se bloquea, quiero que mi corazón bombee, busco en mi interior
sentimientos y reflexiono sobre ellos, llego a casa los escribo e intento
moldearlos para que se hagan menos dañinos, a veces las emociones son difíciles
de digerirlas y las escondemos, o las asumimos e inconscientemente las
vomitamos y vuelven a aparecer, Necesito que mi corazón lata con esa fuerza por
ello seguiré corriendo y fluyendo a través de mis letras y zancadas para
encontrar esa libertad que me haga salir de mi cueva aunque sea por un rato.