Libros

CORRER O MORIR de KILIAN  JORNET 

<< Kiss or kill. Besa o mata. Besa la gloria o muere en el intento. Perder es morir, 
vencer es sentir. La lucha es lo que diferencia una victoria, un vencedor.
 Cuantas veces has llorado de rabia y de dolor? 
Cuantas veces has perdido la memoria, el habla y la 
cordura de agotamiento? Y cuantas veces en esta situación has dicho, con una sonrisa, una vuelta más! Un par de horas más! Otra subida! El dolor no existe, está en tu cabeza, contrólalo, destruye-lo, elimínalo, y sigue, haz sufrir a tus rivales, que mueran. Mata-los! Soy egoísta, y? El deporte es egoísta porqué se tiene que ser egoísta para saber poder luchar y sufrir, para amar la soledad y el infierno. Para amar sufrir. ... 
parar, toser, frío, no sentir las piernas, nauseas, vómitos, dolor de cabeza, golpes, 
sangre... hay algo mejor? El secreto no está en las piernas en la fuerza de salir a correr 
cuando llueve, hace viento y nieva, los relámpagos encienden los árboles a tu pasar... 
salir cuando las bolas de nieve o piedras golpean tus piernas, tu cuerpo desnudo al son 
del viento, haciéndote llorar. Y seguir corriendo, llorando, secándote las lagrimas para 
poder ver las piedras, los muros o el cielo. Los obstáculos. Renunciar a una hora a unas 
décimas de nota o de diversión, decir no! a una chica, decir no! a unas sabanas que se 
te pegan en la cara decir NO! Meterle cojones e ir a llorar bajo la lluvia hasta que las 
piernas sangren de los golpes que te has dado al caer al suelo, volverte a levantar para 
seguir corriendo... hasta que tus piernas griten a pulmón BASTA! Y te dejen tirado en 
medio de una tormenta en las cimas más lejanas... hasta morir. Las mallas mojadas por 
la nieve que arrastra el viento que pega en tu cara, enfriando el sudor, moviendo tus 
pelos. Cuerpo ligero, piernas ligeras. Sintiendo como los pies se despegan del suelo, 
flotando. Notando como la presión de las piernas, el peso del cuerpo se concentra en 
los metatarsos de los pies, haciendo una presión capaz de romper piedras, destrozar 
planetas y mover continentes... Con las dos piernas suspendidas en el aire, flotando 
como volando como un águila y corriendo veloz como un guepardo. O bajando, con las 
zapatillas deslizando sobre la nieve, saltando los márgenes y sintiendo como todas las 
fibras y vasos del cuádriceps se hinchan hasta el punto de explotar, deslizando en la 
nieve y barro, justo antes de volver a impulsar para sentirte libre para volar, para gritar 
de rabia, odio y amor, en las montañas, allí donde solo los más intrépidos roedores y 
pájaros, escondidos en sus nidos bajo las rocas pueden convertir-se en tus confesores. 
Solo ellos conocen mis secretos, mis temores. Porque perder es morir. Perder es morir. 
Y no se puede morir, no sin darlo todo, no sin romper a llantos del dolor y las heridas, 
no se puede abandonar. Se tiene que luchar hasta la muerte. Porque la Gloria es lo 
mas grande, y solo se tiene que aspirar a la gloria, o perecer en el camino, habiendo 
muerto con honor, dignidad, habiéndolo dado todo. No vale no luchar sufrir, no vale 
no sufrir, no vale no morir.... ya es hora de sufrir, ya es hora de luchar, ya es hora de 
ganar. Besa o mata. >


CORRER: Entrenamiento de la fuerza mental.  El método Cuerpo- Mente para correr por sensaciones. Matt Fitzgerald. 



Este libro ofrece la práctica Cuerpo-M ente, que es el término que el autor utiliza para referirse a la capacidad de sentir cuál es nuestro modo de alcanzar una forma de correr con un rendimiento mayor y un mayor disfrute a través del esfuerzo percibido escuchando al cuerpo mediante las sensaciones. Aumentando la capacidad de sentir nuestras emociones, nuestros músculos, nuestras señales que nos envía el cuerpo para poder trabajar mejor y rendir más. De este modo mejorará la confianza en sí mismo y al mismo tiempo se irá estableciendo una mejor conexión y comunicación entre cerebro y cuerpo que le permita avanzar y conseguir buenos resultados en los entrenamientos. Así fortaleceremos el empuje psicológico, disfrutaremos sin lesiones y nos concentraremos en nuestro cuerpo y sabremos escucharle minimizando los daños y mejorando la calidad del esfuerzo. Al mismo tiempo nos ayuda a manejar las emociones y los sentimientos, así como ha sido desmostrado en estudios sobre psicología del deporte, para sentirnos menos vulnerables y fortalecer nuestras capacidades físicas y psicológicas en los distintos planos de nuestra vida.




CORRER CON LOS KENIATAS. Adharanand Finn 
 
"En Kenia solo hay  atletas"  
Vivian Cheruiyot

En esta obra Finn busca explicar por qué los keniatas son imbatibles en los maratones y destaca que en 1975 en 23 maratones hubo británicos y 34 estadounidenses que bajaron de las 2h 20 minutos "y ningún keniata". En 2005 fueron 12 los británicos y 22 los estadounidenses, mientras que los keniatas alcanzaron "la arrolladora cifra de 490".


Cuando viaja a Kenia, el también redactor de The Guardián y en ocasiones de Runner's World partía de la hipótesis de que el éxito de los keniatas se debía a que entrenaban y corrían descalzos y con la punta del pie. Al llegar a Kenia se da cuenta que sólo los niños corren descalzos y en vez de apoyar primero el talón aterrizan sobre la parte delantera del pie. "Eso no sólo reduce el riesgo de lesiones sino que contribuye a facilitar una manera de correr más eficaz. En efecto, al apoyar primero el talón la mayoría de los corredores occidentales va frenando a cada paso. Así claro que no podemos seguir el ritmo".
Una de sus primeras conclusiones es que los keniatas, al criarse corriendo descalzos, tenían los tobillos y los arcos de los pies muy fuertes y flexibles, y que al hacerse adultos corrían con zapatillas planas, "con esas en que se puede correr con el mismo estilo que sí fueras descalzo".
En Kenia, señala Finn, ser atleta es la oportunidad de salir adelante. Veneran al correr como un brasileño al fútbol o un dominicano al béisbol. Ser un corredor eleva a las personas por encima del caos cotidiano, te marca como una persona especial, de esas que escogieron el camino de la dedicación y el compromiso.

"Tal vez vivan en casas provisionales, sin agua corriente, y se sienten cada noche a la luz de las velas, pero sus mejores tiempos en el medio maratón se recuerdan con reverencia. Correr importa", destaca.

En las ciudades keniatas de Iten y Eldoret, donde prácticamente se desarrolla toda la obra, Finn sale a la calle a investigar el por qué del éxito de estos corredores y día a día se topa con campeones olímpicos, con mundialistas o con ganadores de Boston, NY o Londres como Mary Keitany, Geoffrey Mutai, Emmanuel Mutai y hasta el mismo Kipsang.
Es feroz la competencia en Kenia para ser seleccionado por alguno de los entrenadores que se encuentran en esa nación y que han establecido campamentos que ofrecen a los corredores techo, comida y la posibilidad de salir del país.


"Todo corredor keniata tiene una historia que contar. Pasar de una shamba (una pequeña parece la de tierra) de montaña a ganar maratones en Estados Unidos y Europa es, "inevitablemente un cuento lleno de drama y aventura... Los atletas saben que quienes deciden abandonar los campamentos para llevar una vida más cómoda suelen perder la ventaja. Y con tanta competencia como hay en este minúsculo rincón del mundo, una vez que se pierde la ventaja es muy difícil recuperarla".
Finn destaca como elemento clave y común en el éxito de los keniatas la concentración y la dedicación, y resalta como el ejemplo más famoso de un atleta distraído a Sammy Wanjiru, quien ganó el oro olímpico en 2008 a los 21 años, y murió al caer de un balcón en su casa de Nyahururu. "Wanjiru era conocido entre los atletas por beber mucho. Me habían dicho que sí quería conocerlo tenía que ir a un bar de Eldoret y preguntar por él", subrayó.

En esta publicación de Ediciones B hay un extracto interesante donde se explica el por qué correr:

"Por lo general, Justo antes de salir a correr, hay que superar una paralizante sensación de futilidad mientras te atas las zapatillas y te dices que, por improbable que parezca, al terminar estarás feliz de haberlo hecho. Sólo tiene sentido después, aunque también entonces se hace difícil racionalizar los motivos. Simplemente te sientes a gusto. Después de correr te sientes en paz con el mundo como si acabarás de cubrir una necesidad innata e indeterminada".




2 comentarios:

  1. Hola Noelia, soy Fernando el Amigo de tu Hermano Sure(soy el de los tuperware) decirte que esta muy bien tu blog , (mi mujer me lo dio a conocer) y comentarte que yo también estoy en el mundo running y que salgo casi todas las mañanas a las 7 de la mañana a correr y dejar atrás todos esos miedos y fantasmas que nos persiguen..aparte que acabo de ser Padre y eso me da todas las fuerzas del mundo para que cuando mi hijo crezca pueda estar a su lado corrriendo...
    Me estoy preparando para mi primera San Silvestre (como ves soy bastante nuevo en esto) y decirte que leer esto me da fuerzas y animos para seguir entrenando, nada , un saludo espero que toda tu familia este bien y haber si un dia nos cruzamos entrenando, un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Holaa!!! Enhorabuena por ser Papá, eso es grande! Claro que sí, ánimo y a correr, a despejarte y coger aliento para afrontar el nuevo día! Espero que nos crucemos o entrenemos un día juntos!! Mi cuñado también correrá su primera San Silvestre, la mia es la 4ª pero parece que es la 1ª porque siempre uno se siente de algún modo distinto cuando esta en la línea de salida y va dejando carreras atrás y entrenamientos. Sigue dándole y dale duro! Gracias! Vamos hablando y compartiendo fricadas del correr! Mucho ánimo y besos para tu mujer y tu niño!

      Eliminar