martes, 28 de enero de 2014

Psicología: ¿Por qué no podemos dejar de correr?

Desde hace algunos años se ha modificado el paisaje habitual de nuestras ciudades. Los primeros rayos de sol colorean día a día, siluetas en movimiento que se multiplican en los espacios públicos que las ciudades ofrecen, repitiéndose esta imagen con las primeras sombras de la noche. Este indicador que surge de la observación cotidiana, muestra como se ha incrementado el interés por la actividad física y el deporte
Mariano Parisi.
Psicología: ¿Por qué no podemos dejar de correr?
El deporte y la actividad física permiten la posibilidad de vivenciar una experiencia transformadora que puede impactar positivamente en la salud mental de las personas. Cuáles son los beneficios de la actividad física, y porqué nos atrapan tanto?
¿Por qué no podemos dejar de correr?
Quisiera destacar dos respuestas posibles a la pregunta acerca de por qué determinados deportes aeróbicos como el correr, el ciclismo y la natación están asociados a una sensación de bienestar psicológico que nos lleva a repetir diariamente estas disciplinas deportivas que implican una gran inversión de tiempo y esfuerzo.
El deporte y la actividad física permiten la posibilidad de vivenciar una experiencia transformadora que puede impactar positivamente en la salud mental de las personas
Una respuesta tiene su base en la fisiológica, se trata de la popularmente conocidahipótesis de las endorfinas según la cual las mejoras en el estado de ánimo al regresar de entrenar se relacionan precisamente con aumentos en los niveles de endorfinas. La otra explicación es psicológica. Se trata de la hipótesis de la distracción, según la cual es precisamente la distracción de eventos estresantes, más que la propia actividad, lo que explica el bienestar físico y mental sentido luego de realizar ejercicio físico. Me gustaría detenerme en esta última explicación y tomarla como punto de partida en un recorrido en el cual convergen algunas reflexiones motivadas por el trabajo con deportistas pero sobre todo por las sensaciones personales experimentadas al practicar este apasionante deporte. . 
Corriendo a través del tiempo
El correr constituye una actividad física básica, que en tiempos remotos se hallaba ligada a la supervivencia del ser humano. Un elemento adaptativo que el hombre utilizaba con el propósito de procurarse alimento pero que fue reduciendo en el curso de su evolución. En estos días las personas corren al ritmo de vida que impone la sociedad actual que acelera o paraliza este ritmo a su antojo provocando que las personas no se sientan protagonistas desde su cuerpo de ese vértigo. Hoy es factible recorrer en pocas horas, sentados confortablemente, lo que a nuestros ancestros les llevo miles y miles de años; es que justamente uno de los propósitos del desarrollo tecnológico es facilitar la compleja vida del hombre. Estas prótesis tecnológicas (avión, automóvil, computadora) puestas al servicio de acelerar el rendimiento del hombre también parecen detener su marcha, provocándole daños físicos y psíquicos propios del sedentarismo.
Solo son necesarias unas zapatillas, además del propio cuerpo, la naturaleza y fundamentalmente el propio deseo.
Cuando las personas realizan una actividad física como correr rompen por un instante con estas prótesis tecnológicas que imponen las nuevas realidades y probablemente esto tenga relación con esa efímera sensación de libertad que sienten al correr, al regresar de pedalear o nadar en el mar. Una sensación acompañada de sentimientos de apreciación de la naturaleza de fundirse y confundirse en ella y que paradójicamente puede devolvernos un orden en momentos de confusión. El mercado, produce diversos objetos para satisfacer las necesidades de los individuos pero también produce en los hombres la necesidad de consumirlos. Lo novedoso aquí es que el propio acto de correr constituiría el bien de consumo que las personas voluntariamente eligen “consumir”, tal vez a causa del bienestar físico y psicológico experimentado tras el esfuerzo que implica; lo que además generaría un deseo de volver a repetir dicho acto. Y esto se puede llevar a cabo con una prescindencia casi absoluta de todo bien material. Solo son necesarias unas zapatillas, además del propio cuerpo, la naturaleza y fundamentalmente el propio deseo. . Nuestra existencia diaria se halla atravesada por variables económicas, sociales y políticas (inflación, desempleo, la violencia, inseguridad) que escapan al propio control y añaden todavía más estrés a nuestras vidas. Estas problemáticas además han afectado la salud mental y física de la población. . 
Beneficios psicológicos y deporte
Si bien la posibilidad de realizar actividad física, en particular de correr, estuvo ligada al hombre desde siempre; hasta algunos años atrás parecía haber caído en desuso. Sin embargo hoy es visible un resurgimiento que no debiéramos soslayar pues puede resultar la clave para la prevención de ciertas patologías que sufre nuestra población. Ante este fenómeno surgen una serie de interrogantes: ¿Qué provoca que tantas personas, antes o después de sus obligaciones cotidianas, realicen actividad física? ¿Que sensaciones experimentan con esta actividad? ¿Que secreto han descubierto? .Investigaciones provenientes de esta nueva área de la Psicología que constituye la Psicología del Deporte y la Actividad Física, dan algunas respuestas acerca de los beneficios psicológicos que producen el ejercicio físico y el deporte a quien lo realiza. Estos beneficios están asociados a: un aumento de confianza, de estabilidad emocional, del funcionamiento intelectual, de la memoria, la imagen corporal positiva, la satisfacción sexual y la eficacia en el trabajo y a una disminución de la ansiedad, la depresión, la ira y el abuso de alcohol entre otras variables. . Pareciera que quienes se han aferrado a esta actividad y sienten con frecuencia el placer de correr han experimentado muchos de estos beneficios, y hallado un momento de bienestar físico y psíquico, cuya búsqueda renuevan diariamente. Podríamos hablar entonces de una conexión entre aquel primer hombre y el actual que se da en la realización de la actividad física como mecanismo de afrontamiento, ya sea para escaparle al hambre en tiempos remotos o para huir de las enfermedades (stress, depresión, ansiedad, adicciones) que impone la sociedad en la actualidad. Pero este punto de encuentro implica además una evolución saludable, aquel movimiento del hombre surgía como respuesta a una necesidad ligada a la supervivencia, actualmente lo que pudo haberse iniciado como una necesidad ligada a la salud, por ejemplo una indicación médica, pasa a responder al propio deseo.
Aumento de confianza, de estabilidad emocional, del funcionamiento intelectual, de la memoria, la imagen corporal positiva, la satisfacción sexual y la eficacia en el trabajo y a una disminución de la ansiedad, la depresión, la ira y el abuso de alcohol entre otras variables, son algunos de los beneficios de entrenar
Hombres y mujeres quizás han reencontrado, al caminar, trotar, correr, aquel mecanismo de afrontamiento que hoy se recetan a si mismos para ponerle freno a la enfermedad y al vértigo que imponen las condiciones actuales de subjetividad. Tal vez ese momento de no sujeción, y bienestar psicológico sentido por el hombre al realizar actividad física, tenga que ver con que al correr recupera algo de su identidad. Al correr se siente más cerca de aquel primer hombre. Y el placer que experimenta al hacerlo, esta ligado a un elemento constitutivo de la identidad, que es la autoestima, es decir, el sentimiento de orgullo y vitalidad por estar cumpliendo con un ideal. . 
Salud física y mental: Una meta posible

En los tiempos que corren (y que en ocasiones nos corren) el ejercicio físico puede pensarse como un acto de resistencia, de fuga voluntaria hacia los márgenes para reencontrarse a uno mismo, para encontrar la calma en el movimiento y la agitación que provoca la actividad física. Siendo esta actividad realizada por el ser humano como acto voluntario y mediante el cual puede imprimir un ritmo que le es propio, a diferencia de tantas otras actividades que se le imponen y también lo hacen correr o pedalear con el riesgo de que se “salga la cadena”. . El deporte y la actividad física permiten la posibilidad de vivenciar una experiencia transformadora que puede impactar positivamente en la salud mental de las personas. Ellas parecen haber encontrado en su práctica, la formula para contrarrestar parte del malestar que existe en la sociedad actual; sintiéndose más cerca de si mismos, más cerca de los otros, más cerca del bien-estar. ----------------------- (*) Lic. Mariano Parisi  Magister en Psicología Aplicada al Deporte. UNED. Madrid. Docente EMDER y UAA Mar del Plata. Triatleta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario