viernes, 31 de enero de 2014

De la pasión a la Obsesión

¿Estás obsesionado con el running?

Pistas para descubrir si eres un corredor adicto al running o no. Tus respuestas sirven como orientación para saber si sufre este tipo de trastorno.
GORKA SEDANO | BILBAO. La pregunta puede que suene un tanto extraña, pero resulta que a nuestro alrededor hay más gente de la que pensamos que han convertido el running no sólo en un hábito saludable sino también en una auténtica obsesión.

Y aunque, a priori, no es un aspecto negativo, los adictos al running no pueden pasar ni un solo día sin entrenar. El problema aparece cuando salir a correr se presenta como la actividad primordial por encima del resto, y cuando a raíz de esto se dejan en segundo plano otra serie de obligaciones. Llegados a este punto se puede decir que existe adicción.

Para que llegue a transformarse en obsesión, el corredor debe pasar por varias etapas previas. Una primera etapa es aquella en la que se descubre los beneficios de realizar ejercicio: mejora la condición física, mayor sensación de bienestar interior, incrementa las dosis de buen humor e incluso incrementa la interacción social con los contactos. Todos ellos aspectos motivadores para que correr sea un hábito positivo en nuestro día a día.

Sin embargo, el corredor adicto se entrena sin medida. Y pasa de la ansiedad por participar en una carrera a la emoción de la propia competición hasta llegar a la obsesión por no disponer del tiempo necesario para desarrollar la actividad a su gusto, debido a las lesiones deportivas, a los propios límites físicos y a las responsabilidades familiares de cada día. Y es que el corredor adicto no tiene en mente otra cosa que intentar superarse, aunque tenga que llegar a lo imposible.

En este sentido podemos poner cara y nombres propios a los deportistas de élite que lo han dado todo por ganar, por convertirse en los mejores y por superar sus marcas, poniendo en riesgo su trabajo, su familia y su salud. Y este tipo de obsesiones ya son palabras mayores, y tiene un cariz ciertamente preocupante, por lo que el primer paso para que la actividad física no alcance estos extremos consiste en reconocer este trastorno.

¿Y cómo puedo saber si soy adicto al running?

A modo orientativo, ya que evidentemente carece de rigor científico ni puede ser considerado como un diagnóstico válido, responder a una serie de preguntas te puede dar la pista para saber si es necesario acudir a la consulta de un médico o especialista. El requisito imprescindible es que seas lo más sincero posible con tus respuestas

-¿Necesitas ejercitarte diariamente para sentir bien y en plenitud de condiciones físicas y mentales?

-¿Las condiciones adversas del tiempo no suponen un freno para que te plantees salir a correr?

-¿Te has entrenado aun sintiendo dolores y molestias?

-¿Mantienes el mismo volumen de entrenamientos semanales aun siendo consciente de que tienes dificultades para cubrirlo?

-¿Son frecuentes las discusiones familiares por la cantidad de entrenamientos y ejercicios que sueles realizar?

Si todas tus respuestas han sido afirmativas, cuidado porque puedes estar excediéndote, y quizás lo mejor recurrir a los consejos de un experto. Si has dicho sí a tres o cuatro preguntas, estás a salvo de la adicción, pero está claro que tus entrenamientos son algo fundamental en tu día a día. Y sólo dos de tus respuestas han sido afirmativas, debes estar tranquilo porque el running no es ninguna obsesión para ti.

fuente:
http://www.vamosacorrer.com/noticias/estas-obsesionado-con-el-running-3661.html

1 comentario:

  1. Creo que contestando si a la última ya tienes un problema con el running..jaja

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